LA PROYECCION -
SCHOENSTATT INTERNACIONAL
En ese tiempo estuvimos
totalmente incomunicados con nuestro Padre y Fundador,
que se hallaba prisionero en Dachau. Luego de la inauguración,
la Hna. M.Clara envió un informe muy detallado y
preciso a nuestras Hermanas en Suiza. A través de
ellas se pudo establecer, esta vez, la comunicación
con el Padre. El recibió la noticia en
el campo de concentración un año después, en
octubre de 1944.
A fines de noviembre nos
llegó su respuesta (escrita en versos para velar la
importancia de su contenido, tal como lo hizo durante
su prisión). La Sma. Virgen cuidó de
todo. La carta salió de Dachau y llegó a manos de
la Hna. Cándida, vía Suiza. La traducción del
texto es la siguiente:"A mi soledad llegó
la noticia que un nuevo Santuario ha sido bendecido.
Que la Madre de Dios bendiga a todos los que se
encuentren con Ella en este Santuario, que los
transforme en hombres y mujeres nuevos y los cobije cálidamente
en su corazón. Que de todos ellos, haga apóstoles
ardientes que sin desfallecer realicen los deseos de
Dios."
Guardamos como un tesoro
esta confirmación del Padre y Fundador, aunque jamás
dudamos que la construcción del Santuario era
conforme a la voluntad de Dios. Recién en su primera
visita a nuestra Provincia -desde el 9 de mayo hasta
fines de agosto de 1947- nuestro Padre y Fundador
pudo señalar la trascendencia de nuestro Santuario. Cuando lo vio por primera
vez, descubrió con gran alegría, hasta en los más
pequeños detalles, la similitud con el Santuario
original. Tanto su forma externa como el altar eran
iguales. A pesar de todas las dificultades, la MTA se
preocupó de que esto se haya tenido muy en cuenta en
su primer Santuario filial. Luego nuestro Padre
insistió, en los demás países, que se fijaran que
su Santuario fuera una réplica lo más exacta
posible del original.
Aprovechó su visita para
transmitirnos sus vivencias de Dachau... Por medio de
esto comprendimos que existía una relación muy
profunda entre su trabajo en Dachau y la construcción
de nuestro Santuario. Entre muchas cosas, él
fundó allí el Schoenstatt internacional. Dachau se
prestaba para ello: Los nazis le había hecho al
Padre el "favor" de concentrar en Dachau a
todos los sacerdotes que se hallaban en otros campos
y provenían de diferentes naciones. Los había
franceses, polacos, holandeses, belgas, checoslovacos,
etc. En 1944 dos grupos de
estos sacerdotes sellaron su alianza de amor con la
MTA. Uno la hizo tomando como símbolo el corazón y
el otro la mano. La realizaron caminando
por las calles del campo, para no llamar la atención
de los guardias. Las palabras que nuestro Padre les
dirigió en esta ocasión entraron luego a formar
parte de la "Tercera Acta de Fundación"
Una mañana de mayo de
1947 nuestro Padre se hallaba frente al Santuario con
la Hna. Ursula y la Hna. M.Clara. Mientras lo
contemplaba les dijo: "¿saben ustedes que este
Santuario tiene una importancia histórica
fundamental?" Después les contó algo que al
mes siguiente -el 21 de junio de 1947- escribiría en
un informe sobre nuestra Provincia:"En Dachau luchamos
durante largo tiempo por el Schoenstatt Internacional.
Los schoenstattianos polacos no apoyaban esta idea.
El tener que vincularse a Schoenstatt (Alemania) les
resultaba un gran obstáculo casi imposible de salvar,
tanto intelectual como afectivamente. Un sacerdote
francés creyó encontrar la solución diciendo que
Schoenstatt no está en Alemania, sino en el mundo,
pero tampoco esto los convenció. Fue entonces cuando
llegó el relato de Uruguay que describía
detalladamente la inauguración del Santuario y
mostraba como el pueblo se nucleaba más y más en
torno al pequeño lugar de gracias, réplica fiel y
perfecta de nuestro Santuario de Schoenstatt. Con
esto se solucionaron todos los cuestionamientos y se
pudo fundar el Schoenstatt Internacional"
Es evidente que la
internacionalidad de Schoenstatt sería inimaginable
sin el Santuario presente en todo el mundo. Sin él,
Schoenstatt no puede crecer, no puede cumplir su misión. El Padre mismo fue el
primer propagador del Santuario filial.
Antes de llegar a nuestro
país, pasó por Brasil y colocó en Santa María, R.S.
la piedra fundamental del Santuario. Durante sus viajes por el
mundo continuó promoviéndolo. Nadie puso
resistencia y por eso en Sudamérica se construyeron
los primeros Santuarios filiales. Cada país quería
tener el suyo.
Cuando llegó a Sudáfrica,
bendijo allí tres o cuatro piedras fundamentales. El 11 de abril de 1948
fue inaugurado el Santuario de Santa María, en el
Brasil. El 20 de mayo de 1949 el de Bella Vista, en
Chile. El 28 de diciembre de 1949 el de Cathcart, en
Sudáfrica. Al año siguiente, el 2 de julio de 1950,
se inauguró el primer Santuario filial en Alemania,
en María Rast. Según las estadísticas,
a fines de 1984, Alemania tenía 45 Santuarios
incluido el original. En todo el mundo hay
actualmente 93 Santuarios (1989) desde los cuales la
MTA distribuye sus dones y obra milagros de gracias.
(A la fecha, octubre de 1993, aproximadamente 130
Santuarios filiales). Son verdaderas islas de
paz en medio del mundo actual, tan convulsionado. La
semilla que entonces fuera sembrada, ha dado ya el
ciento por uno y hoy pareciera que la Mater hubiera
elegido como lugares estratégicos a Alemania y América
del Sur.
Para mayor información visite el Website
Santuarios de Schoenstatt en el mundo
¿No querrá realizar
desde estos lugares la construcción de un mundo
nuevo? A lo largo de esta
historia Ella nos mostró claramente lo que espera de
su Familia. Cuando se le pide que se establezca entre
nosotros (nuestro Padre nos lo explicó y repitió
innumerables veces durante sus visitas) lo esencial
no son los medios materiales. Estos generalmente son
muy escasos... Cuando se trata de la obra de Dios
basta con algo de sentido común y mucha fe... lo demás
lo pone la Sma. Virgen, pero, por supuesto, nunca sin
nuestra cooperación y sacrificios. "Nada sin Ti,
nada sin nosotros"
Lo que cuenta es que haya
personas que amen a María y que lo prueben con
hechos sacrificándose con generosidad para aumentar
el capital de gracias. Esta es la condición para que
el Santuario siga siendo siempre un lugar de gracias. Y por último: Varias
veces el Padre y Fundador recordó que así como el
Santuario original -en el tiempo de la persecución
nazi- fue protegido por el "Acto del Santuario",
junto a cada Santuario filial debería formarse también
un "círculo de guardia" que garantice para
siempre la existencia y fecundidad de ese Santuario.